“En el ecosistema emprendedor, la diversidad es tanto una fortaleza como un desafío. Cada uno aporta un conjunto único de habilidades, experiencias, motivaciones y expectativas. Algunos buscan un crecimiento rápido y escalable, mientras que otros se enfocan en la sostenibilidad y la estabilidad. Algunos tienen una alta tolerancia al riesgo, mientras que otros prefieren un enfoque más conservador. Esta diversidad, aunque enriquecedora, plantea desafíos significativos para quienes diseñamos e implementamos programas de apoyo para emprendedores.
Uno de los principales desafíos es la dificultad de diseñar intervenciones que sean efectivas para todos los emprendedores. Y es que lo que funciona para un tipo de emprendedor puede no funcionar para otro. Por ejemplo, un programa de capacitación que se centra en habilidades técnicas avanzadas puede ser beneficioso para un emprendedor con experiencia en tecnología, pero puede ser abrumador para un emprendedor con menos experiencia. Del mismo modo, un programa de financiamiento que ofrece grandes sumas de capital puede ser atractivo para un emprendedor con un plan de crecimiento ambicioso, pero puede ser innecesario o incluso perjudicial para un emprendedor que necesita de un crecimiento más paulatino.
Para abordar este desafío, una opción es diseñar intervenciones específicas para grupos de emprendedores lo más “homogéneos posible”. Por ejemplo, la evidencia apunta que al focalizar los esfuerzo en un sector o industria específico, para un cierto tamaño de empresa, en una cierta etapa de su ciclo de vida, la entrega de subsidios por ejemplo tiene un efecto positivo en el desempeño de estos negocios.
La diversidad de los emprendedores es una realidad innegable y valiosa. Aporta una variedad de ideas, enfoques y perspectivas que pueden enriquecer el ecosistema emprendedor y contribuir al desarrollo económico. Es necesario que quienes trabajamos para apoyar a los emprendedores de Chile podamos adoptar un enfoque flexible y que aproveche la gran cantidad de evidencia que existe para que podamos usar la heterogeneidad como un activo y crear un entorno en el que todos los emprendedores tengan la oportunidad de crecer. Para esto, las instituciones tenemos que trabajar en conjunto, compartir nuestras experiencias, para cubrir las diferentes necesidades y potenciar la riqueza de la diversidad para el desarrollo de Chile”.
Cristián Schalper
Director de Emprendimiento
Fundación Luksic
