Muebles hechos a mano, artesanías en mimbre, servicio de peluquería, producción de hortalizas, metalurgia y mecánica automotriz son sólo algunos de los variados 250 emprendimientos que fueron seleccionados en la quinta versión de Impulso Chileno. El programa de Fundación Luksic apoya a emprendedores de todo el país con financiamiento, capacitaciones y mentorías con expertos para que puedan hacer crecer sus negocios.
En su quinta versión, cuyos resultados fueron anunciados el 26 de enero, el programa recibió más de 21 mil postulaciones de todo Chile. Este año, el 70% de los ganadores fueron de regiones diferentes a la Metropolitana. De ellos, 52,4% fueron mujeres y un 47,6% hombres. Cada uno de los ganadores tiene historias emocionantes, así como también de sueños para el futuro de sus negocios.
Un espacio de encuentro para la comunidad de Sagrada Familia
“Un poquito de todo”, así es como describe su negocio Vanessa Machuca, emprendedora de la comuna de Sagrada Familia, en la Región del Maule.
Dentro de su local Zabdi Gelateria, ofrece productos veganos y alimentos especiales para personas celíacas o personas con diabetes. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, harinas especiales, jugos orgánicos, frutos secos, barritas de cereal orgánicas, proteínas, y leches vegetales. También vende helados artesanales que son muy valorados por los vecinos y vecinas.
“Me enteré de Impulso Chileno a través de la municipalidad. Me recomendaron postular, pero cuando me metí a ver los ganadores de versiones anteriores, jamás me imaginé que iba a ganar, entre tantos proyectos espectaculares. Pero la vida me sorprendió”, cuenta Vanessa. “Mi proyecto consiste en mejorar mi local para brindarle un mejor servicio a mi gente. Con el financiamiento quiero poner aire acondicionado, tener mesitas y sillas donde las personas se puedan reunir. Aquí no hay más gelaterias, las personas vienen, conversan, me cuentan sus historias, a veces incluso vienen a celebrar cumpleaños. Por eso quiero con el premio adaptar el espacio para que mi pueblo amado tenga un lugar donde estar y compartir”, destaca la ganadora.
Criando lechugas moradas en el “fin del mundo”
La pandemia afectó el mercado laboral en Chile y obligó a muchas personas a reinventarse. Ese fue el caso del cientista político Ivan Van Der Kamp, de Punta Arenas, Región de Magallanes. “Me quedé sin trabajo y tuve que pensar en qué podía hacer. Vivo en una parcela que tiene una fuente de agua, así que vi la agricultura hidropónica como una buena opción”, cuenta.
Aprendió a construir sus primeros invernaderos hidropónicos mirando videos de YouTube, pero cuando llegó septiembre, el inicio de la época más ventosa en Punta Arenas, los invernaderos se destruyeron por completo. “No me iba a rendir. Contra viento y marea, los construí de nuevo, formé mi empresa Cultivos Hidropónicos Around Patagonia y empecé la producción de hortalizas”, cuenta Ivan.
“Una de las particularidades de los invernaderos hidropónicos es que no se puede plantar la semilla directamente, hay que incorporar la plantita lista para crecer. Antes tenía que traer esas plantas de otras regiones, porque en Punta Arenas no existe alguien que ofrezca ese servicio. Esto era caro y llegaban en mal estado. Por eso, con el premio, voy a hacer un sistema de plantines que me servirá a mi y también a otros agricultores de la zona”, destaca el emprendedor. Gracias al sistema de hidroponía ha podido hacer crecer lechugas que antes no se veían en la Región de Magallanes, como por ejemplo la lechuga morada.
Acompañamiento académico para despegar
Cristián Ramos ha dedicado gran parte de su vida a los trabajos de metalurgia, fabricación de piezas y soldaduras de todo tipo. Después de trabajar en una maestranza de la Región de Coquimbo, nació en él la idea de independizarse: “Luego de darle muchas vueltas y de observar que había una gran demanda por los trabajos que realizaba, decidí emprender con mi propio negocio Torneria y Soldadura R&D”, cuenta Ramos.
En búsqueda de financiamiento y oportunidades, encontró en redes sociales un anuncio del programa Impulso Chileno de Fundación Luksic. “Postulé porque mi sueño es poder equiparme con maquinarias, en específico una prensa hidráulica y una cortadora de huincha, lo que me permitirá realizar trabajos en terreno, optimizar mis tiempos y ganar más clientes”, explica el emprendedor. Respecto al acompañamiento académico cuenta que es un desafío que tiene muy pendiente ya que el último tiempo ha estado muy enfocado en lo que es el trabajo y cuenta que le encantaría aprender en temas administrativos, sobre todo ordenar sus gastos y finanzas.
“Ganar Impulso Chileno fue una alegría inmensa, es lindo que puedan creer en ti y sentir el apoyo de otras personas”, dice con alegría. “Tengo muchas expectativas de crecimiento, de recibir pedidos más grandes y ser un referente en la región”.