El desarrollo del lenguaje y la comunicación es uno de los grandes desafíos que enfrentan los niños con necesidades especiales y sus familias. Especialmente para personas que crecen, por ejemplo, con trastorno del espectro autista, síndrome de down o déficit de atención, transmitir sus necesidades, preferencias y sentimientos puede ser muy complejo y generar frustración en ellos y en su entorno.
Fue precisamente esa experiencia enseñando a su hijo mayor, la motivación para que Yenifer Gómez (34) creara su emprendimiento “El Gallinero Material Educativo”. En la actualidad esta emprendedora de Maipú ofrece con su pyme libros de actividades, manuales y guías para facilitar el desarrollo de la comunicación y aprendizaje de niños con distintas necesidades educativas.
“El emprendimiento se inició por mi hijo Maximiliano, que hoy tiene 12 años y a los dos y medio fue diagnosticado con autismo. Después del diagnóstico ingresó a una escuela especial. Desde ese momento empecé a informarme, ya que no tenía mucho conocimiento sobre el autismo”, cuenta Yenifer.
Fue así como comenzó a confeccionar guías y actividades para reforzar el aprendizaje de su hijo en casa. “Eran materiales muy básicos al principio, fichas hechas en cartón y forradas con huincha de embalaje porque en ese tiempo no tenía termolaminadora. Otros papás de la misma escuela se empezaron a interesar en el material de mi hijo y a pedirme lo mismo. Lo vi como una oportunidad, ya que con un niño con condiciones que lo hacían muy dependiente, se me hacía difícil poder generar ingresos”.
Para especializarse y fabricar material más profesionalizado, la emprendedora hizo un curso para aprender sobre el sistema de comunicación por intercambio de imágenes o PECS, por sus siglas en inglés. “Este sistema es el que usan muchos niños que son no verbales en primera instancia. Funciona por medio de pictogramas e imágenes a través de las cuales los chicos van siendo capaces de comunicarse”, señala Yenifer.
Actualmente en su emprendimiento vende material de comunicación basado en el sistema PECS, además de materiales, carpetas y libros de actividades termolaminados, de tela y en papel, para ser utilizados en educación diferencial de niños con autismo, síndrome de down o distintos tipos de discapacidad intelectual en niveles pre básica y básica.
“Todo los materiales los elaboro y diseño desde cero. Una característica de los niños con autismo es que a veces tienen ciertas obsesiones con algunos personajes o dibujos específicos. Es por eso que además de libros estandarizados también hago diseños personalizados como princesas, Cars, Plantas Versus Zombies, etc. De esta forma están estudiando pero jugando a la vez”, cuenta la emprendedora.
Con el objetivo de poder ampliar su negocio y los productos que ofrecía, en 2020 Yennifer postuló y recibió un apoyo del programa Impulso Inicial de Fundación Luksic. “Trabajaba con una impresora que funcionaba con carga de cartucho, esto implicaba que tenía que estar cargando cada cierta cantidad de impresiones. La cambié por una impresora con sistema continuo en formato grande, me permite trabajar mucho más rápido, además de que reproduce imágenes y colores con mejor calidad”, cuenta y agrega que también adquirieron una anilladora grande, con la que puede imprimir libros de mayor tamaño.
El programa Impulso Inicial de Fundación Luksic ha apoyado a más de tres mil personas y organizaciones sin fines de lucro desde su creación en 2018. Su objetivo es entregar distintos tipos de aportes, implementos, herramientas, y maquinarias según las necesidades específicas de cada persona. “La historia de Yenifer y su emprendimiento es un gran ejemplo del aporte que queremos realizar desde Fundación Luksic a través de Impulso Inicial. Nuestro objetivo es ser un apoyo para emprendedores y deportistas en todo Chile que con convicción sacan adelante sus proyectos, impactando positivamente y de distintas maneras en sus comunidades”, destacó Macarena Van Dorsee, directora del programa.
Para Yennifer una de las mayores satisfacciones que le da su emprendimiento es el efecto que tiene el material de comunicación PECS en los niños y las familias: “Es un cambio 100%. Le entrega a los niños las herramientas principales para poder comunicarse, que es algo esencial para el ser humano y cambia la calidad de vida de toda la familia. Además, a partir de este sistema con imágenes muchos niños empiezan a hablar”.
La emprendedora agrega que ella misma fue diagnosticada con trastorno del espectro autista (TEA) siendo adulta. “Me gustaría que este emprendimiento fuera un referente para muchos adultos con TEA de que nosotros podemos lograr muchas cosas, que fuera una inspiración para que creyeran en sí mismos y para que otros también le dieran las oportunidades que hacen falta”, asegura.
A futuro, Yennifer quiere ofrecer su material en colegios y escuelas especiales, además de hacer material para niños en método braille. “Otro de mis grandes sueños, y por la razón que quiero que mi emprendimiento siga creciendo, es porque me gustaría dar trabajo a personas con discapacidad, ya que hay una brecha muy grande para ellos en el mundo laboral”.