Impulso Inicial funciona desde 2018 apoyando personas y organizaciones -sin fines de lucro- que envían sus solicitudes a través de las redes sociales, principalmente en las áreas de emprendimiento y deporte. Los apoyos siempre son concretos y entregados directamente al beneficiario, como por ejemplo, maquinarias, materias primas y herramientas, en emprendimiento; y en deporte, con pasajes para asistir a competencias o indumentaria.
A raíz de la emergencia sanitaria, el programa inyectó energía a su gestión para sumar semana a semana nuevos aportes en el marco de la pandemia. Fue así como al cierre del 2020, se concretó un total de 2.276 casos, de ellos, el 34% se dirigió a personas y organizaciones de la Región Metropolitana y un 66% a otras regiones del país. En el 2020 se concretaron aportes de Arica a Magallanes, destacando entre ellas las regiones de Valparaíso (366), del Biobío (309) y La Araucanía (144).
Macarena Van Dorsee, directora del programa Impulso Inicial, señaló que “sin duda el 2020 fue un año de consolidación para el programa de cara a los beneficiados y un esfuerzo adicional como equipo, producto del aumento exponencial de solicitudes recibidas en el marco de la pandemia. Llegamos a apoyar a más de 2.000 personas y entidades que recurrieron a Fundación Luksic para obtener un aporte que les permitiera salir adelante, principalmente emprendimientos”.
Marycela Correa (33) fue una de las personas que recibió apoyo de Impulso Inicial durante el año pasado. Esta emprendedora de Huechuraba tiene hace más de dos años su negocio “Pintando Sueños by Pintatillas”, con el cual pinta y personaliza a mano cascos ortopédicos que protegen las cabezas de las guaguas que sufren de plagiocefalia, patología que los obliga a llevar esta protección de forma permanente entre los 4 y los 18 meses de edad.
A través de Impulso Inicial, recibió insumos y herramientas que le permitieron mejorar el tiempo y proceso de fabricación de sus productos. “Estoy enamorada de lo que hago. Para mí este es un trabajo muy gratificante. Cuando entrego mis trabajos, todos mis clientes se van con una sonrisa en la cara y algunos papás se ponen a llorar de emoción”, cuenta Marycela y añade que su labor tiene un impacto especial en las familias.
Otro caso de 2020 es el de la Escuela de Tenis de Curacautín, en la Región de La Araucanía, una entidad sin fines de lucro creada por Arturo Rojas con el objetivo de incentivar la práctica de ese deporte en su comuna. “Este año ha sido bastante bueno, particularmente por el apoyo de Impulso Inicial con los uniformes, implementos y raquetas para nuestros alumnos y por el interés del alcalde de la comuna, quien nos visitó hace muy poco y manifestó sus intenciones de conseguirnos una cancha para que funcione la escuela. Todo esto nos tiene muy contentos. Hemos tenido muy buenos resultados y, si la pandemia lo permite, queremos volver a las competencias lo antes posible”, asegura Arturo.
Aquellos emprendedores y deportistas que necesiten de un apoyo para cumplir sus metas pueden postular a Impulso Inicial, sólo deben enviar sus solicitudes a través de Facebook, Twitter o Instagram, y el equipo se contactará para evaluar su caso.