En un país donde sólo un 11% de las estudiantes Técnico Profesionales opta por carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés), según cifras del Ministerio de Educación, historias como la de Ingrid Acuña muestran que el cambio es posible. Proveniente de la comuna de Freire y estudiante de Técnico en Analista Programador en el Instituto Profesional Santo Tomás de Temuco, Ingrid está a solo un año de titularse, luego de un giro en su vida motivado por el deseo de avanzar y ofrecer un mejor futuro a su hija.
“Tuve a mi hija y sabía que no me podía quedar sin hacer nada, tenía que estudiar”, cuenta. Antes de iniciar su camino en la tecnología, fue deportista y trabajó en el área administrativa del Ejército. Pero con el tiempo sintió que se estaba quedando atrás tecnológicamente. Fue entonces cuando decidió apostar por una nueva formación.
El impulso llegó también de la mano de la “Beca Luksic Más Mujeres en STEM”, iniciativa de Fundación Luksic que ha beneficiado a 200 mujeres entre 2024 y 2025, a nivel nacional. “La beca significó un pequeño descanso. Me ayudó a pagar deudas, apoyar a mi hija e incluso a comprarme un celular que no tenía. Ha sido una ayuda gigante”, afirma Ingrid.
Este programa de la Fundación busca disminuir brechas de género en áreas con alta proyección laboral y se enfoca en mujeres que muchas veces estudian y trabajan al mismo tiempo: el 68% de las becadas está en esa situación, y el 67% son las principales sostenedoras de su hogar.
“Impulsar la formación de mujeres en estas áreas es clave para el desarrollo del país. Estas carreras ofrecen mayores oportunidades laborales, mejores sueldos e impulsan la innovación. Con esta beca, esperamos abrir puertas a nuevas líderes”, destacó la directora de Educación de Fundación Luksic, Fernanda Orellana.
Para Ingrid, el objetivo está claro: quiere emprender en tecnología. Sueña con levantar su propio taller de soluciones tecnológicas, entendiendo que la experiencia será clave en el camino. “Tengo la visión de que cuando empiezas a trabajar recién te formas por completo”, comenta.
Su historia es parte de una red que crece: mujeres que estudian, sueñan y construyen el futuro desde sus propias comunidades.
