Según cuenta la historia, los orígenes de la cerveza se remontan a antiguas civilizaciones como los sumerios, griegos y romanos y ha sido consagrada como una de las bebidas más importantes de Europa y particularmente de Alemania. De hecho, hoy en día, el país germánico es reconocido por ser la cuna de la cultura cervecera, siendo casa de una de las mayores fiestas del mundo dedicadas a esta bebida: el Oktoberfest.
Esa devoción por la cerveza y sus tradiciones fueron las que pudo vivir en primera persona, Tomás Olavarría de la comuna de Quilpué, en un intercambio en la ciudad de Konstanz en la tierra de los castillos, hace casi 10 años. Ese viaje marcaría un punto de inflexión en su historia emprendedora: “Alemania fue mi inspiración para entrar en la industria cervecera y quedé fascinado, lo que más me marcó, a parte de que eran de calidad, fue la relación social que había con la cerveza”, explica Tomás.
En ese viaje, Olavarría vio como la bebida fermentada era un símbolo de unión y celebración entre familiares y amigos, distinto a lo que veía en ese tiempo en nuestro país. “Acá en Chile todavía los bares eran súper oscuros, la música muy fuerte, se carreteaba hasta muy tarde. Allá todo era muy bonito, juntas hasta temprano, era un concepto muy distinto”, explica Tomás.
Con esa idea en mente, a su vuelta, y desde la cocina de sus papás en Quilpué fabricó su primera cerveza 100% artesanal. Empezó con una pequeña producción de 20 litros al mes y cada persona que la probaba le daba su aprobación. “En 2021 nos lanzamos con nuestra planta y ganamos Impulso Chileno donde recibimos financiamiento y capacitaciones. Pude adquirir una cámara de frío y una barra para que los clientes pudieran probar Kreyer en un ambiente lindo y familiar”, cuenta Olavarría.
Crecimiento, apoyo a la comunidad y sostenibilidad
Pasó de producir 3 mil a 18 mil litros al mes, ganó nuevos socios, lo que le permitió construir una nueva planta y cervecería de 500m2 que inauguró este año en Magdalena Fernández 2490 en Quilpué. Cuenta con una barra schopera y ofrece diferentes sabores como la American Amber Ale, Dark Lager, German Pilsner y West Coast IPA y además, tiene capacidad para recibir a 80 personas.
“Somos un proyecto en base a la economía circular, buscamos ser una cervecería sostenible, potenciar la economía local, ser responsable con el medio ambiente y apoyar a nuestra comunidad”, explica el emprendedor. En esa línea, Cervecería Keyer recibe a artistas y a otros cinco emprendimientos locales de la zona de juegos de mesa, pizzas, kombuchas, plantas para ser un lugar acogedor, familiar, como lo que siempre soñó desde su viaje a Alemania.
Un nuevo impulso: entrar al retail
En el mes del emprendimiento, Fundación Luksic y Cencosud firmaron una alianza para seguir apoyando a los ganadores de Impulso Chileno. El convenio los invita a participar del programa “Nuestros proveedores” para que los ganadores del programa entren con sus productos a los canales físicos y digitales de supermercados Jumbo y Santa Isabel.
Así es como Cervecería Keyer ya está presente en cinco salas Jumbo de la Región de Valparaíso y próximamente en la Región Metropolitana. “Entrar a Jumbo no sólo significa una tremenda vitrina y venta sino que es una insignia de calidad, de que estamos haciendo las cosas bien y que somos profesionales”, explica Tomás.
Aún con la pandemia y la recesión económica, el emprendedor cuenta que del 2020 al 2023 lograron duplicar su facturación y contar con un personal de 12 personas. Con mucha emoción, Olavarría explica sus planes a futuro: “Ahora viene apostar por la masividad, entrar al retail es una tremenda oportunidad. Seguiremos trabajando como lo hemos venido haciendo, donde esperamos posicionarnos en lo más alto de la industria cervecera de nuestro país”.