Manos que hornean con amor: las dulces preparaciones de la emprendedora Priscilla Ramos

9 •  Ago •  2022

Desde la zona austral del país, Priscilla Ramos ha hecho crecer su negocio en base a su pasión por la cocina. En 2022 recibió una batidora de pedestal  por parte del programa Impulso Inicial de Fundación Luksic, que le ha permitido aumentar su producción y potenciar su negocio.

En el sur de Chile, rodeada del bosque lluvioso que caracteriza a la Región de Los Lagos, y ubicada justo al inicio de la carretera austral, se encuentra la casa de Priscilla Ramos. Desde este rincón del mundo, la emprendedora hornea cada tarde distintas variedades de pan, queques, tortas, pies y kuchen, que luego ofrece para la venta en su negocio “Al buen pan de Ralimó”.

“Mi día comienza temprano. Tengo una hija de nueve años y un hijo de tres años que tiene TEA (trastorno del espectro autista). Por eso las mañanas me gusta dedicarlas a ellos. Enviar a mi hija al colegio y hacer actividades de estimulación con mi pequeño”, cuenta Priscilla. Después de almorzar, se viste con su delantal y guantes, se toma el pelo y se pone manos a la obra para completar los pedidos del día siguiente. 

Una torta personalizada de vainilla y chocolate, un kuchen de frutos rojos con crema pastelera, y un queque de naranja. Mientras comienza a trabajar en sus preparaciones pendientes, la emprendedora cuenta cómo fueron los orígenes de su negocio: “Empecé hace unos cuatro años. Yo estaba embarazada de cinco meses y con mi marido Jonathan habíamos llegado recién a vivir a Puerto Montt, pero él estaba cesante y se nos estaba haciendo muy difícil generar ingresos”, recuerda. 

Fue Jonathan, conocedor del talento que tiene Priscilla en la cocina, quien le sugirió la idea de hacer pan y ofrecerlo a los vecinos del sector de Ralimó Alto, donde ellos viven. “Empecé a hacer pancitos de molde, luego incorporé queques pequeños, en formato individual. A medida que veía que mis productos tenían buena aceptación fui ampliando mi oferta”, cuenta la emprendedora. 

Desde que comenzó su negocio, Priscilla ha trabajado en la cocina de su casa utilizando principalmente instrumentos caseros. Como la demanda de sus productos iba aumentando, decidió buscar apoyo para potenciar su negocio.

Buscando en internet, encontró el programa  Impulso Inicial  de Fundación Luksic, que apoya a emprendedores y emprendedoras con pequeñas maquinarias, instrumentos y herramientas durante todo el año para que puedan impulsar sus negocios. “Postulé y recibí una batidora con pedestal. Ha sido de enorme ayuda, porque me ha permitido agilizar y aumentar mi producción, así como también crear nuevas ideas”, destaca la emprendedora. 

Actualmente, “Al buen pan de Ralimó” ofrece todo tipo de preparaciones: pan integral multisemillas, pan de aceitunas, ajo y tomate, pan de salame, pan de merkén y orégano, empanadas de manzana, kuchen de nuez, torta de bizcocho o de hojarasca y queques de yoghurt, entre muchas otras opciones. “Estoy tratando siempre de innovar para darle algo distinto a mis clientes y que no se aburran”, asegura Priscilla. 

Recientemente incorporó las tortas personalizadas a su carta. “Es lo que más me gusta hacer. Cuando mis clientes me transmiten una idea, un deseo, para mí se convierte en un desafío personal: hay que hacerlo, y hay que hacerlo bien”, dice la emprendedora. 

 

Si bien su negocio empezó por necesidad, hoy Priscilla cuenta orgullosa que se ha convertido en su pasión. “Mi sueño es que ‘Al buen pan de Ralimó’ pueda seguir creciendo. Hacer un emprendimiento asusta, porque uno no sabe si va a funcionar, pero gracias a Dios todo ha salido bien. Me encanta ser emprendedora, ponerle amor a todas mis preparaciones y hacer felices a los clientes que confían en mí”, sostiene con emoción.

¡Te invitamos a seguir y conocer el emprendimiento de Priscilla en su cuenta de Instagram!

Para más información sobre el quehacer y tipos de apoyo que entrega Impulso Inicial, puedes visitar su sitio web www.impulsoinicial.cl.